Una iglesia local es el medio divino para la evangelización del territorio en su derredor. Aunque Dios ha dado a ciertos varones el don especial de evangelista, sin embargo la tarea de ganar las almas para Cristo no está limitada a aquellos pocos hombres. Cada cristiano es un testigo de Cristo y cada creyente debe ganar a las almas para el reino de Dios. Como en el mundo natural, donde hay vida, también existe el poder de reproducir aquella vida. De igual manera si nosotros hemos recibido
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